Se sienta a su lado casi cada día, por costumbre, pero ella ha desaparecido para él;
ya no la mira como antes, ya no le susurra que la quiere, se olvidó que ella estaba a su lado, esperándole, probablemente no sienten lo mismo el uno por el otro.
Ella lo sabe, lo nota en cada parte de su cuerpo, lo nota cuando se despierta en mitad de la noche sudando, son sueños de noche que le devuelven a la realidad de los días.
Ella lo sabe pero se calla, ella lo sabe pero le quiere, lo sabe y se siente sola, y quiere gritarle, estirarle del pelo, pegarle en el estómago, ponerse frente a él y obligarle a que la mire, no se conforma con que la vea. Quiere volver a encontrar a la persona que perdió hace tiempo, de la que se enamoró, quiere hacerle llorar por todo, quiere que la abrace fuerte y le diga que aún la quiere, que ella es la única, que siempre lo fue, que la cuidará toda la vida.
La gente se desvanece. Aún me queda mucho por decir, pero he desaparecido.